el tablero. LA ESPADA Y EL SORGOIN
En una ocasión, un
sorgoin (seres bípedos de origen reptiliano) herido llamado Er-Gion llegó a una ciudad égir, Nintas, una de las más
bellas, situada en el extremo noroeste del continente occidental de El Tablero.
Er-Goin se acogió a la
promesa que todo égir hace de atender a un herdio en busca de ayuda. El sorgoin
fue atendido y cuando estuvo recuperado partió de Nintas. Antes de irse,
Er-Goin entregó a su cuidador una espada. No era una espada cualquiera, aquella
serpiente bípeda aseguraba haber obtenido la espada de un semidiós y que aquél
que la portara en batalla sería ayudado por los dioses.
El égir, una vez hubo
marchado Er-Goin, entregó la espada a su gobernante, Virasvan “Ojo de Hielo”.
Inmediatamente después de tocarla, Virasvan ya supo que la espada traería
problemas. Con las primeras luces del alba, un ejército de doscientos varegos
solicitaba recuperar la espada alegando que el mismísimo Dios Hielo se la había
entregado a su rey.
Cuando Virasvan se
disponía a devolver la espada, el Dios Hielo se presentó ante él para ordenarle
no hacerlo. Hielo contó a Virasvan que la espada, forjada por Él, fue robada
por el Dios Fuego, quién engañó a los varegos haciéndoles creer que era Hielo
quién se la entregaba. Tras eso, adoptó la forma de un sergoin para hacer
llegar la espada a los égir de Nintas. De esta forma forzaría una guerra entre
égir y varegos.
Virasvan solicitó
devolverla de todas formas pero Hielo ordenó que se la quedaran, pues la forjó
especialmente para su raza más querida, los égir.
Catorce días duró la
batalla de Nintas, donde más de ochocientos varegos y quinientos égir perdieron
la vida. Tras ese tiempo, Virasvan “Ojo de Hielo” y el General varego Hadret
decretaron el fin de las hostilidades, quedándose la espada en posesión de los
égir y recibiendo los varegos a cambio dos espadas forjadas por los égir en las
Montañas Celestes. Los varegos llamaron a estas espadas “Las Gemelas” y desde
entonces, una de ellas es usada por su rey y la otra por su primogénito.
“Ojo de Hielo” sigue
portando la espada del Dios Hielo a las batallas. Y Nintas sigue luciendo
orgullosa y helada. Y la sangre de aquella guerra sigue filtrada bajo ella.
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